Cada vez más, en
nuestra práctica clínica, constatamos que existe una habilidad fundamental para
que los niños y adolescentes crezcan con una suficiente “higiene mental” y
madurez psicológica, y a su vez para establecer unas buenas relaciones de
comunicación: la asertividad de sus
padres y demás educadores. Por ello, es un elemento que siempre incluimos en
los Programas de Intervención y Formación que realizamos en nuestro Centro, ya
que lo consideramos esencial para conseguir que los chicos lleguen a una
madurez emocional de verdad.
Entendemos por
“estilos educativos” el conjunto de valores, actitudes y hábitos de
comportamiento que los padres mantienen respecto a la educación de sus hijos.
Cada persona guía su actuación por lo que constituye su ‘filosofía de vida’ y
sus aprendizajes previos. En concreto su actuación como educador, también
configura una ‘filosofía de la educación’, que se traduce en habilidades
personales y comportamientos concretos, y entre ellas se encuentran las habilidades asertivas. Éstas se
desarrollan progresivamente en el tiempo, en un proceso de aprendizaje (esto es
una ventaja, porque así todos las podemos conseguir). Un primer paso para ello,
consiste en hacernos más conscientes sobre cómo nos comunicamos, para luego ir
aplicando los distintos elementos que caracterizan una comunicación asertiva.
Es importante conocernos a nosotros como educadores: nuestros miedos,
habilidades, motivaciones, fortalezas y debilidades.
Para diferenciar
los comportamientos asertivos de otros que no lo son, a continuación se exponen
algunas conductas que corresponden a distintos estilos de comunicación.
Invitamos a reflexionar sobre nuestro modo de comportarnos ante nuestros hijos.
PASIVA
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ASERTIVA
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AGRESIVA
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CONTACTO
VISUAL
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Evitar la mirada.
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Mantener contacto visual.
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Mirar muy fijamente.
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LENGUAJE
CORPORAL
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Alejarse,
gesticular nerviosamente, jugar con objetos
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Posicionarse
frente al niño, con postura firme, pero no amenazadora. Los gestos acompañan
las afirmaciones.
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Postura
del cuerpo tensa. Señalar al niño, gestos amenazadores.
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MENSAJE
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Disculparse en exceso,
autoculparse.
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Señalar el problema con claridad,
centrarse en los hechos.
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Culpabilizar, amenazar, etiquetar,
sermonear.
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GESTOS
FACIALES Y VOZ
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Voz
entrecortada. Sonrisa nerviosa.
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Volumen
de voz apropiado y natural. La expresión de la cara sigue al mensaje.
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Gritar.
Expresión
airada, excesivamente afectado.
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Ser “buenos” padres
dependerá, en gran medida, del nivel de buena comunicación asertiva que se
maneje en casa, y eso dependerá, sobre todo, de nuestras habilidades personales.
La
asertividad es una actitud intermedia entre una actitud pasiva o inhibida y otra
actitud agresiva frente a otras personas, que además de reflejarse en el
lenguaje hablado se manifiesta en el lenguaje no verbal. Además es un ‘estilo
de vida’. Una persona asertiva suele ser tolerante, acepta los errores, propone
soluciones factibles sin ira, se encuentra segura de sí misma y frena pacíficamente
a las personas que le atacan verbalmente.
En
resumen, ser asertivo con tu hijo significa decirle que ‘no’ en el momento
adecuado sin remordimientos y teniendo
claro que es algo clave para su educación. A la vez le estaremos enseñando un modelo
de comunicación y afrontamiento de dificultades ‘sano’.
Enseñar
a moderar su respuesta ante el ‘no’ tiene las siguientes ventajas:
§
aprenden
a tolerar la frustración y por tanto autocontrol emocional;
§
la
seguridad en sí mismo y autoestima es alta;
§ aprenden
a comunicarse con los demás también de forma asertiva y a no manipular ni ser
manipulado por otros;
§ desplazan
su ‘foco’ a los demás cuando es necesario, sin estar pensando constantemente en
ellos mismos y sus necesidades.